Atribución de cualidades negativas a una persona o a un grupo de personas, de manera que se les degrada a un estatus social inferior.

Término que hace referencia al profundo malestar, debido a la pertenencia a una minoría, que impide vivir tranquilamente la propia condición homosexual o transgénero.

Los estudios de género se originaron en Estados Unidos en la década de 1950 con la investigación de las diferencias sexuales y de género consideradas desde diversas perspectivas (biológica, psicológica, histórica, cultural, social, económica, filosófica, política, etc.). Los estudios de género no niegan las diferencias entre hombres y mujeres, ni afirman que estas diferencias no sean importantes o que deban eliminarse, sino más bien destacan la importancia de respetar las distintas características individuales.  Algunas personas no pueden coincidir plenamente con las normas de género y, por tanto, suelen ser consideradas negativamente y estigmatizadas.

La expresión de género es la forma en la que una persona expresa o presenta públicamente su género. Esto puede incluir el comportamiento y la apariencia externa, como la ropa, los cabellos, el maquillaje, el lenguaje corporal y la voz.