Está ampliamente demostrado que, debido a la transfobia y al estigma (desaprobación social), las personas transgénero, además de violencia física y sexual, sufren diversas formas de discriminación económica, laboral, educativa, incluso médica y, en algunas formas, institucional.
En los últimos años se ha propuesto el término transfobia, que se refiere al malestar emocional que sienten algunas personas hacia los individuos que no se ajustan a los estereotipos de género establecidos o impuestos por la sociedad. En otras palabras, las personas transfóbicas experimentan emociones desagradables que van desde la impaciencia y el asco hasta el odio absoluto hacia cualquiera que no se comporte como un hombre o una mujer “típicos”. En realidad, esta dimensión psicológica tiene poco que ver con las fobias comunes: mientras las personas fóbicas suelen perjudicarse a sí mismas aislándose por sus miedos, la transfobia provoca daños a los demás. Las personas transfóbicas perciben como anormal cualquier expresión de género distinta a la considerada “típica”. Según la literatura, estos individuos necesitan estructuras rígidas, tienden a ver las cosas de forma dicotómica (o blanco o negro), suelen ser muy conformistas y tienen una baja autoestima.
La transfobia internalizada es un fenómeno por el que la persona transgénero se siente avergonzada de su condición, y a menudo se autoaísla y se autoexcluye de la vida social o laboral. Está ampliamente demostrado que, como consecuencia de la transfobia y el estigma (desaprobación social), las personas transgénero, además de violencia física y sexual, sufren diversas formas de discriminación económica, laboral, educativa, incluso médica y, en algunas formas, institucional. Se dice que una gran parte del malestar psicológico asociado a la incongruencia de género (por ejemplo, la depresión y el suicidio) se debe a la baja autoestima y al aislamiento social, que están directamente relacionados con la transfobia y la transfobia internalizada.
Como consecuencia de este fenómeno, las personas transgénero declaran tener frecuentes problemas con sus estudios, incluso el abandono de la escuela, la separación problemática de sus familias o el abuso de drogas. Muchas personas transgénero no experimentan su cuerpo con incomodidad; para estas personas, los problemas principales no son las terapias hormonales o la cirugía, sino la lucha contra el estigma, la aceptación y la inclusión por parte de la sociedad.
Grant JM, Mottet LA, Tanis J et al. Injustice at every turn: a report of the national transgender discrimination survey. National Center for Transgender Equality and National Gay and Lesbian Task Force. 2011.
Fisher AD, Castellini G, Ristori J, et al. Who has the worst attitudes toward sexual minorities? Comparison of transphobia and homophobia levels in gender dysphoric individuals, the general population and health care providers. J Endocrinol Invest. 2017; 40(3):263-73.